La problemática ambiental hoy tiene una
dimensión global, es decir involucra a todo el planeta.
Para su caracterización basta con pensar en el permanente
bombardeo comunicacional que recibimos por televisión,
internet, radio y prensa escrita, que han instalado los problemas
ambientales en la conciencia de millones de seres humanos. Se
habla permanentemente de "calentamiento global", "
deforestación", "lluvia ácida"," adelgazamiento de
la capa de ozono", " smog", " efecto invernadero" , "
extinción de especies ", " contaminación
acústica", etc.., Pero ¿ están
internalizados en la conciencia colectiva éstos conceptos
en la perspectiva de generar cambios que signifiquen salvar a la
humanidad de los efectos tan negativos que implican la
acción de la actividad industrial y demográfica,
para poder ofrecerle a nuestros hijos y los hijos de nuestros
hijos un futuro aceptable, respirable, con calidad de vida ? la
respuesta evidentemente es NO, si es que seguimos en este ritmo
altamente depredador de nuestra tierra
.
Evidentemente el sistema económico imperante es
una causa principal de los severos problemas ambientales y
sociales que nos toca vivir. Si a este le agregamos los efectos
causados por fenómenos de carácter natural, que en
los últimos años han tenido un fuerte impacto en
las comunidades humanas de todo el orbe, la situación se
torna mucho mas compleja y grave, me refiero a los Tsunamis o "
maremotos", como el sufrido en el mar Indico y como hace tan solo
un año atrás en Japón, que causó la
muerte directa a cientos de miles de personas en Sumatra, India,
Sry-Lanka y a un sinnúmero de Islas de la Región;
las tormentas tropicales, huracanes , ciclones , sistemas
frontales, terremotos, actividad volcánica; el
fenómeno del " Niño" que afecta a todo el
Océano Pacífico inclusive el mar territorial
Chileno, todos causantes de muerte, desolación ,
daños al medio ambiente y a las personas. Existen
científicos que han levantado la hipótesis de que
éstos fenómenos naturales han visto incrementado su
actividad a partir de la intervención del hombre a
través de su accionar irresponsable.
La capa de ozono y su degradación
El mundo ha cambiado ostensiblemente desde que
investigadores de las más diversas áreas dieran la
señal de alarma ante la debacle ambiental que la actividad
descontrolada del hombre estaba creando. Primero fue la
comprobación del hecho de que los ecosistemas estaban
siendo seriamente afectados por los desechos industriales,
nucleares y domiciliarios y que el uso de combustibles
fósiles estaba degradando la calidad de vida de los
habitantes de las grandes urbes. Finalmente, como corolario a
todo lo anterior, se descubre que uno de los "pilares" de la
comodidad y modernidad de nuestra era, esto es, el uso de
refrigerantes, aerosoles, espumas plásticas y sistemas de
prevención de incendios, eran los principales causantes de
la destrucción de la capa de ozono del planeta.
Definitivamente, después de este anuncio, el mundo ya no
podía ser el mismo de antes. Es que la importancia de
este, hasta hace poco desconocido ozono, radica en que protege
toda la cadena de vida del planeta, ya que su estructura permite
absorber los peligrosos rayos ultravioletas (UVB) provenientes
del sol. Así pues, el temor de perder la vida en la tierra
era amenazado por muchas causas, entre ellas el CFC.
El CFC es un derivado de los hidrocarburos saturados que
se obtiene sustituyendo átomos de hidrógeno por
átomos de cloro y flúor y se encuentra en forma de
gas. Su utilización está prohibida o limitada en
muchos países, porque reducen la cantidad de ozono
existente en la estratosfera.
Aplicaciones
Los compuestos de flúor tienen muchas
aplicaciones. Los clorofluorocarbonos, ciertos líquidos o
gases inodoros y no venenosos, como el freón, se usan como
agente dispersantes en los vaporizadores aerosol y como
refrigerante. Sin embargo, en 1974, algunos científicos
sugirieron que esos productos químicos llegaban a la
estratosfera y estaban destruyendo la capa de ozono de la Tierra.
Con la confirmación de estos descubrimientos al final de
la década de 1980, la fabricación de esos productos
químicos empezó a eliminarse por etapas.
Así, el aerosol es un recipiente provisto de una
válvula, diseñado para proporcionar una amplia
variedad de sustancias en forma pulverizada, de espuma o chorro
líquido. El producto, que puede ser por ejemplo pintura,
cosméticos o insecticida, se mezcla con un gas propulsor
que está sellado a presión en el
recipiente.
Algunos propulsores, como el óxido nitroso o el
dióxido de carbono, se mantienen en forma de gas en el
aerosol aunque estén a presión. Otros, como los
clorofluorocarbonos, se licúan. Hay sistemas de dos fases
en los que el producto se mezcla con el líquido propulsor,
que al liberarse se convierte en gas y se expande, dividiendo el
producto en gotas diminutas. Los sistemas de tres fases consisten
en una capa del producto entre capas de propulsor licuado (en el
fondo) y gases propulsores (en la parte superior). En ambos
sistemas, al apretar el botón de la válvula, el
producto sube por un tubo y sale por ella. El gas licuado del
fondo del aerosol se vaporiza para mantener la presión
constante.
Destrucción del ozono
En las décadas de 1970 y 1980, los
científicos empezaron a descubrir que la actividad humana
estaba teniendo un impacto negativo sobre la capa de ozono, una
región de la atmósfera que protege al planeta de
los dañinos rayos ultravioleta. Si no existiera esa capa
gaseosa, que se encuentra a unos 40 km de altitud sobre el nivel
del mar, la vida sería imposible sobre nuestro planeta.
Los estudios mostraron que la capa de ozono estaba siendo
afectada por el uso creciente de clorofluorocarbonos (CFC,
compuestos de flúor), que se emplean en
refrigeración, aire acondicionado, disolventes de
limpieza, materiales de empaquetado y aerosoles. El cloro, un
producto químico secundario de los CFC ataca al ozono, que
está formado por tres átomos de oxígeno,
arrebatándole uno de ellos para formar monóxido de
cloro. Éste reacciona a continuación con
átomos de oxígeno para formar moléculas de
oxígeno, liberando moléculas de cloro que
descomponen más moléculas de ozono.
Al principio se creía que la capa de ozono se
estaba reduciendo de forma homogénea en todo el planeta.
En 1985, no obstante, posteriores investigaciones revelaron la
existencia de un gran agujero centrado sobre la Antártida;
un 50% o más del ozono situado sobre este área
desaparecía estacionalmente (a partir del mes de octubre).
El adelgazamiento de la capa de ozono expone a la vida terrestre
a un exceso de radiación ultravioleta, que puede producir
cáncer de piel y cataratas, reducir la respuesta del
sistema inmunitario, interferir en el proceso de
fotosíntesis de las plantas y afectar al crecimiento del
fitoplancton oceánico. Debido a la creciente amenaza que
representan estos peligrosos efectos sobre el medio ambiente,
muchos países trabajan en el proyecto de suprimir la
fabricación y uso de los CFC de aquí al año
2000. No obstante, los CFC pueden permanecer en la
atmósfera durante más de 100 años, por lo
que la destrucción del ozono continuará
representando una amenaza durante décadas.